TECNOLOGIA MILITAR 4/2019

41 para la obtención de fondos?, ¿la inversión en un helicóptero, cuyo beneficio aparente inme- diato afecta a una gran parte de la populación, o la inversión en un nuevo navío guardacostas, cuyo beneficio palpable solo lo ve un reducido elemento de la población, como lo es la comu- nidad de pescadores? Tanto en el caso salvadoreño, y quizás como el guatemalteco, su “guardia costera” deben descentralizarse, buscándose establecer esta- ciones navales a lo largo de la costa, como lo ha hecho Nicaragua y Honduras en el Caribe, y Costa Rica y Panamá en ambas costas y aguas interiores. La Unión es la única base operacional de la FNES, pues las estaciones en Puerto El Triunfo, Estero de Jaltepeque y La Concordia, sirven solo para operaciones fluviales, pero las que carecen de medios. La mayor parte de sus operaciones toman lugar desde la “Base Na- val de Acajutla”, misma que carece de instala- ciones propias y consiste de un espacio en el muelle principal que se le alquila a la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA). La reali- dad de sus condiciones precarias se daría en el 2014, cuando el ofrecimiento por patrulleras de la clase Isla por parte de los EE. UU. fuese re- chazado por la falta de técnicas para mantener su casco de acero, falta de instalaciones para albergarlas y falta de recursos para mantenerlas y operarlas. Esto escapa a la realidad de que los guardacostas salvadoreños deben empren- der patrullas de 15 días de duración, a más de 200 millas náuticas de la costa, y la longitud de sus cascos corren desde los 19,81 metros (65 pies) del PM10, a los 30,42 metros (100 pies) del PM8. Emplearlos en patrullas a las 200 millas los fuerza a los límites de las capacidades mate- riales y humanas, pues este tipo de operaciones son propias de navíos oceánicos, o sea de más de los 30 metros de eslora. A comparación, los navíos de la clase Isla tienen 33,52 metros (110 pies) de eslora y su casco se basa en un diseño modificado de pa- trullera misilera de Vosper Thornycroft (actual BAE Systems ), proporcionando un excelente alcance y capacidad de manejo en altamar y de una duración de hasta 5 días con carga útil de tres toneladas. La serie de 49 navíos sería cons- truida por Astilleros de Bollinger en Lockport, Luisiana, entre 1985 y 1992, y 41 de ellos es- tán siendo transferidos a través del Programa de Artículos de Defensa en Exceso de la Ofi- cina de Adquisiciones Internacionales (EDA) de la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa. En abril del 2018, Costa Rica veía el arribo desde Baltimore de dos de estas embarcaciones donadas por los EE. UU, y una tercera embarcación desde Hawái 5 . Guatema- la también anunció que espera la llegada del NCPV junto a una Isla a principios del 2020. Estos modelos montan motores y generadores militar, pero con un financiamiento separado al del Ministerio de Defensa, y una orientación y doctrina más afín al servicio de Guarda Costas de los EE. UU, o la Prefectura Naval Argentina, que al de una armada. Policía del mar vs. poder naval Si aceptamos la premisa de que el uso de las fuerzas marítimas centroamericanas en un combate naval entre ellas es extremadamente improbable, al menos actualmente, y aceptando que la mayor preocupación actual de las fuerzas navales es la de ejercer tareas propias de guar- dias costeras o guardacostas, lo más sensato y económicamente razonable es de someterles bajo un ministerio de medio ambiente, de ha- cienda o ministerio de marina, que a uno de de- fensa. Las entidades navales deben visualizarse como autoridades marítimas que, en tiempos de paz, trabajen en función de la seguridad na- val nacional, y en tiempos de conflicto pasen a formar parte de la defensa, reteniendo una capacidad naval militar para funcionar como fuerza de combate cuando el caso lo necesite. Como argumento político presupuestario, ¿qué puede preocupar más a un ministro de defensa PM8 relevaría a uno de los navíos, para permitir- le su regreso a su base naval para su periodo de reposo y mantenimiento. Aunque impresionan- tes, las hazañas de la FNES exponían sus vulne- rabilidades, pues, entre otras cosas, ninguno de los navíos mencionados, el PM8, PM13 y PM14, fueron diseñados al momento de su construc- ción como patrulleros marítimos. El primero se trata de un ferry de pasajeros y tripulaciones, y los otros dos de barcos de jabeguero, y los tres convertidos a patrulleros marítimos debido a que no hay nada más. Los dos patrulleros nava- les, propiamente diseñados como tales desde su construcción, el PM10 y el PM11, se encon- traban en puerto pues reportaban problemas en sus máquinas y ya necesitan su renovación completa. Mientras tanto, la Fuerza Naval Sal- vadoreña (FNES) carece de mucho a flote para atender patrullaje de protección de pesca y de medio ambiente, rescate y demás. La FNES sufre de una indiferencia política desde que se fundó en 1951 y señalamos que operacional- mente, el Servicio Nacional de Guarda Costas (SNGC) de Costa Rica es más poderoso y fun- cional que la FNES. Pensamos que parte del problema del FNES es su concepción como uno de los tres pilares de la Fuerza Armada (FAES), en lugar de concebirlo como una entidad o ser- vicio de guardacostas semi-dependiente al ente El autor es corresponsal de Tecnología Militar para México, Centroamérica y el Caribe. Patrullera Rodman R-101 e interceptora Boston Whaler BW370 de Nicaragua. Los Rodman fueron adquiridos allá por el 2005 con un fondo de 10 millones de euros dispuestos por España. (Foto: FN-ES) Tecnologia Militar · TECMIL · N° 4/2019 El Swiftships PM-11 salvadoreño reporta fallas en las maquinas. El navío está en necesidad de una remozada completa. El FNES necesita patrulleros oceánicos con urgencia y podría estar interesado en adquirir las tres Sa’ar 4 chilenas a su retiro, modificadas propiamente por ASMAR como OPV-58M. (Foto: J. Montes) El Kukulkán de Guatemala. MADENA arma sus guardacostas con dos Oerlikon 20mm/85 KAA GAM-BO1, cuyo alcance efectivo de superficie es de los 2.000m, y de 1.500m contra blancos aéreos. El peso del montaje es de los 454kg, y el arma tiene una elevación manual en un arco de -10/+55 grados. (Foto: J. Montes)

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