TECNOLOGIA MILITAR 4/2019

ción contra EFPs denominado Frag Kit 6, que se había incorporado antes a los Humvee. Como los propios mandos estadouniden- ses reconocerían posteriormente no se trató de la mejor solución, sino la mejor disponible en el menor plazo posible. Por ello la siguiente generación de MRAP apostó por diseños más pequeños, pero con elevada movilidad, resul- tando el M-ATV (MRAP- All Terrain Vehicle) del que también nos ocuparemos. El programa MRAP en cifras En mayo de 2006 los Marines ponen en mar- cha un Requisito Operacional Urgente (UOR) para adquirir 185 vehículos protegidos contra minas y en julio para otros 1.200 vehículos para el Army en Irak. El Mando de Sistemas de la Infantería de Marina estadounidense emite un “Request for Propossal” (RfP) a la industria para adquirir los vehículos y sostenerlos en el teatro de operaciones y luego el Departamento de Defensa pone en marcha el programa MRAP y lo divide en tres categorías. La Categoría I bus- caba vehículos de entre 7 y 15 toneladas para tareas de transporte (2 tripulantes y 4 pasaje- ros), la Categoría II era para vehículos de 15 a 25 toneladas para 2 tripulantes y 8 pasajeros para misiones de escolta de convoyes, evacuación de bajas y desactivación de explosivos y la Ca- tegoría III era de 25 toneladas, 2 tripulantes y 4 pasajeros y estaba destinada exclusivamente a la desactivación de explosivos. Los requisitos no surgieron de la nada, de he- cho, desde 2004 había un vehículo para tareas de desactivación de explosivos cuyas carac- terísticas sirvieron para definir los candidatos. Se trata del Cougar de Force Protection Inc . en versión “Joint Explosive Ordnance Disposal Rapid Response Vehicle” (JERRV) empleado por los marines. Esta misma compañía era res- ponsable del Buffalo Mine Protected Clearan- ce Vehicle (MPCV) empleado en tareas contra minas, un vehículo claramente influenciado por diseños sudafricanos anteriores como el Cass- pir, que llevan más de 20 años de servicio. Sus genes pasaron a los MRAP incluyendo el dise- ño en V, la gran altura, la protección sobre todo contra minas o el elevado centro de gravedad. De hecho, en los requerimientos del programa se tomaba al Buffalo MPCV como ejemplo de Categoría III y al Cougar JERRV como ejemplo de la Categoría II. de TNT bajo cada rueda y de 13,64 kg. en el resto. Sin embargo, alcanzaron tamaños y pe- sos enormes, en algunos casos de más de 30 t. lo que planteó nuevos retos. Tenían limitadas aptitudes todo terreno, por lo que circulaban por carreteras y caminos, lo que los convertía en predecibles. Además, su elevado centro de gravedad generaba inestabilidad, de ahí que la mitad de incidentes con estos vehículos se de- biera a accidentes de conducción y vuelcos. A su enorme tamaño, que los convertía en dianas rodantes se unía un consumo de combustible enorme, destrozaban las carreteras y caminos por los que circulaban y su presencia era consi- derada intimidatoria por la población local. En un giro de los acontecimientos, se con- virtieron en objetivo mediático de los ataques insurgentes, por lo que se empleaban disposi- tivos explosivos cada vez más potentes, inclu- yendo los del tipo EFP diseñados originalmente para destruir carros de combate, amenaza para la que no estaban diseñados y que requirió mo- dificar sus blindajes y poner en marcha un se- gundo programa de adquisiciones. Por ejemplo, los RG-31 Mk45 comenzaron a recibir sistemas de jaula metálica LROD para protegerse de las granadas propulsadas por cohete (RPG). Los MRAP II comenzaron a recibir un kit de protec- El acrónimo MRAP se refiere a “Mine Resistant Ambush Protected”, es decir, vehículos diseñados expre- samente para resistir emboscadas y la acción de minas y Dispositivos Explosivos Improvisados (IEDs). Su origen como tal tiene lugar en la pre- sencia de las tropas estadounidenses en Iraq y Afganistán, donde los IEDs se convirtieron en una auténtica la- cra para vehículos menos protegidos como los HMMWV (High Mobility Multipurpose Wheeled Vehicle). Los ataques contra los Humvee se cobraron en Iraq el 70 % de las bajas estadounidenses y en Afganistán se llegó a constatar la presencia de hasta 100 IEDs por cada kilómetro y medio de carretera. La presencia de los Humvee era generalizada, sin embargo, estaban asumien- do roles de combate para los que no estaban diseñados, recibiendo ingentes cantidades de blindaje que limitaban su movilidad. A grandes rasgos, los MRAPs son camiones 4x4 o 6x6 dotados de pesados blindajes (de ahí que cobrara gran importancia el papel de los proveedores de blindajes), cascos con el fondo en V, ruedas y componentes automotrices pro- tegidos y fácilmente sustituibles. No son vehí- culos de combate, sino que su objetivo era otor- gar el mayor nivel de protección a los soldados, por ello cuentan con células blindadas, asientos antiexplosión con cinturones de múltiples pun- tos de fijación o redes del tipo “spall liner” en el interior para evitar la metralla, cristales blin- dados para mejorar la conciencia situacional y potentes sistemas de aire acondicionado, dado el entorno en el que iban a operar. Su diseño debía proteger de municiones de 7,62 mm. y el chasis debía soportar la explosión de 20,45 kg. José María Navarro Garcí a Vehículos resistentes a las minas y emboscadas ¿Oportunidad para Latinoamérica? José María Navarro García, español, es especialista en el área de tecnología militar e industria de Defensa, habiendo colaborado en gran número de publicaciones de dicha temática. Es Coordinador de Industria y Tecnología de la revista Fuerzas de Defensa y Seguridad y Licenciado en Ciencias Económicas y Magister en Seguridad y Defensa por el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN) y la Universidad Complutense de Madrid. Elaboró una tesis para dicho Magister referida a la industria de Defensa de Israel de la que es profundo conocedor. 36 Tecnologia Militar · TECMIL · N° 4/2019 Un Cougar de la Infantería de Marina estadounidense adaptado a limpieza de rutas patrullaba en 2009 en la provincia afgana de Hellmand. (Foto: US Navy)

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